Según un análisis del Wall Street Journal, desde la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos, se han inyectado casi 110 mil millones de dólares en proyectos nacionales de energía limpia, con el claro objetivo de apuntar a la construcción de la cadena de suministro nacional. Sin embargo, al mismo tiempo, la tecnología de fabricación de baterías y equipos de energía renovable se concentra principalmente en el extranjero, especialmente en países como Corea del Sur, Japón y China. Esto significa que se espera que los fabricantes extranjeros sean los mayores beneficiarios y podrán solicitar miles de millones de dólares en créditos fiscales, que normalmente están vinculados a la producción y recompensan a los mayores inversores.
La industria de los vehículos eléctricos ha recibido especial atención, especialmente la industria china de baterías eléctricas, que está estrechamente relacionada con ella. Actualmente, la industria de baterías eléctricas de China está tratando de llegar a acuerdos con los socios de libre comercio de Estados Unidos, Corea del Sur y Marruecos, con el objetivo de beneficiarse de la creciente demanda en Estados Unidos y tratar de eludir las barreras regulatorias en el mercado estadounidense. Según los informes, las empresas chinas han anunciado el establecimiento de al menos nueve empresas conjuntas en Corea del Sur este a?o, con una inversión total de más de 4.500 millones de dólares, para fabricar las materias primas necesarias para las baterías de los vehículos eléctricos.
Además, al menos cuatro empresas chinas planean construir fábricas en Marruecos para producir productos relacionados con las baterías. En particular, Marruecos posee más del 70% de las reservas mundiales conocidas de fosfatos, una materia prima clave para la producción de baterías de vehículos eléctricos. Estos proveedores chinos esperan que al fabricar en los dos países, puedan abastecer a los fabricantes de automóviles y baterías que califican para incentivos bajo la Ley de Reducción de la Inflación.
Sin embargo, los expertos de la industria creen que el objetivo final de esta regulación estadounidense es minimizar la participación de China en la cadena de suministro de vehículos eléctricos de Estados Unidos. Durante los próximos dos a?os, se bloquearán los componentes de baterías y los materiales críticos de las llamadas "entidades extranjeras de interés".
Los analistas se?alaron que bajo este entorno político, los proveedores chinos, al establecer empresas conjuntas, esperan permitir que los clientes sigan comprándoles sin dejar de recibir incentivos. Los incentivos pertinentes pueden compensar más de una décima parte del coste de un coche eléctrico típico.
Al mismo tiempo, la definición del gobierno de Estados Unidos de “entidad extranjera preocupada” en la Ley de Reducción de la Inflación sigue sin estar clara. Los analistas creen que esta incertidumbre significa que a estas empresas conjuntas se les puede prohibir eventualmente disfrutar de incentivos gubernamentales.
De hecho, los círculos políticos estadounidenses han comenzado a prestar atención a si China se ha beneficiado indirectamente de la Ley de Reducción de la Inflación. El mes pasado, Ford Motor Co archivó temporalmente sus planes para construir una planta de fabricación de baterías para vehículos eléctricos de 3.500 millones de dólares en Michigan con el gigante chino de baterías, meses después de que algunos legisladores de Washington presionaron sobre el resultado de los socios chinos de Ford.
A pesar de esto, las empresas chinas de baterías siguen activas para ampliar su presencia en el mercado estadounidense. Como segundo mercado automovilístico más grande del mundo, Estados Unidos es un gran atractivo para las empresas de baterías. Los tres mayores proveedores de materiales para baterías de China (GEM, Huayou Cobalt y CNGR Advanced Materials) han sido las empresas más activas a la hora de alcanzar acuerdos transfronterizos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos está acelerando sus exenciones fiscales para los vehículos eléctricos. Si bien la nueva política fiscal ayudará a impulsar las ventas de vehículos eléctricos, los compradores de automóviles deberán comprender cuidadosamente las complejas reglas. Además, a medida que las regulaciones pertinentes continúan mejorando, el desarrollo futuro del mercado de vehículos eléctricos todavía está lleno de variables.